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Curiosos seres somos...los humanos...y en particular una misma...

Hace años un amiga empezó a repetirme sin cesar, a modo de advertencia y consejo, una frase que pasaría formar parte de mi top-ten de frases vitales para mi supervivencia. Y yo que con frecuencia tiendo a la tozudez extrema y al drama pues me la voy repitiendo, como una alegre cancioncilla. Si decidiera tatuarme un frase, sería ésta sin duda. Si tuviera que escribir un libro, la usaría como título. Si tuviera una mascota, la utilizaría como nombre. Si descubriera una nueva estrella con un telescopio de cartón desde mi habitación, la utilizaría como nombre. Si tuviera que escribir una frase en un papel para introducirla en una cápsula del tiempo, sería ésta.

Es una frase universal; todo el mundo la entiende y se aplica a todo. Y eso que a mi persona las cosas universales no le van. Como el pegamento universal, que es un timo porque no lo pega todo, mejor uno específico para cada cosa. Pero ella es especial.

Hoy he recordado esa frase otra vez. Así de repente, mientras me pintaba la uñas de rojo, porque hubo una época en que renegaba y juraba que yo jamás me pintaría las uñas de rojo. Y lo que son las cosas ahora me encanta! Pero ésto no es ninguna novedad...

Nunca digas nunca jamás...