Era una tarde y llegaba tarde...
Sale de casa estrenando su nuevo foulard, comprado el día de antes, corriendo para no llegar tarde. Llega a la estación de metro y busca su targeta. No la encuentra, como siempre. Rápidamente empieza a remenar su bolso mientras oye como el metro arranca, lo ha perdido. "Aquí está!, Por fin!" La introduce en la máquina, se le abren las puertas y baja las escaleras. Dos minutos para el próximo. Baja la vista de los monitores reloj y ahí está. Quieto, mirándola. Ella avanza despacio, pensando si él la está mirando o no. Sí lo hace. Ella le mira, él aparta la mirada. Ella avanza y le pasa por al lado, nota su aroma y su mirada, otra vez. Ella llega al banco y se sienta. Se siente observada. Es él. Se toca la cara y se recoloca el pañuelo "Llevo algo mal?, no nadie más me mira..." Llega el metro y ella se va hacia el primer vagón para estar mas cerca. Él se va hacia la mitad del primer vagón. Entran. Está todo atestado de gente. Él la mira a través del reflejo de la ventanilla. Ella le mira y una sensación extraña se le pone en el estómago. Llegan a la siguiente estación y él se mueve y se coloca detrás de ella. Ella se pone nerviosa. Juega con su ipod mientras lo nota a su espalda. Otra estación y otra.¨Él se cambia de lugar otra vez, hacia un lado, de frente y la observa. Su cara es indescifrable...Ella no entiende nada. "¿Dónde bajará él?" Se miran. Urquinaona. El metro empieza a frenar y él se vuelve hacia la puerta. Gira la cabeza y la mira, esta vez más rato. Está muy nerviosa. Se abren las puertas. Se miran. Él baja. La masa de gente baja. Ella piensa "¿Me bajo?, sí, ¿Pero para qué? no servirá de nada". La gente sube al vagón. "¿Me bajo?, no, son las 19:33 horas, llegas tarde!" Suena el pitido de cierre de puertas. "¿Me bajo o no me bajo?". Dudas y miedo. "No, no me bajo". Ella mira por la ventanilla y allí entre la gente él vuelve hacia atrás buscándola. La mira y ve que ella sigue dentro. Baja la mirada y lentamente se gira y se va. El tren ya ha arrancado. No hay vuelta atrás. "No fui valiente para bajar".
Llegaba tarde...
Sale de casa estrenando su nuevo foulard, comprado el día de antes, corriendo para no llegar tarde. Llega a la estación de metro y busca su targeta. No la encuentra, como siempre. Rápidamente empieza a remenar su bolso mientras oye como el metro arranca, lo ha perdido. "Aquí está!, Por fin!" La introduce en la máquina, se le abren las puertas y baja las escaleras. Dos minutos para el próximo. Baja la vista de los monitores reloj y ahí está. Quieto, mirándola. Ella avanza despacio, pensando si él la está mirando o no. Sí lo hace. Ella le mira, él aparta la mirada. Ella avanza y le pasa por al lado, nota su aroma y su mirada, otra vez. Ella llega al banco y se sienta. Se siente observada. Es él. Se toca la cara y se recoloca el pañuelo "Llevo algo mal?, no nadie más me mira..." Llega el metro y ella se va hacia el primer vagón para estar mas cerca. Él se va hacia la mitad del primer vagón. Entran. Está todo atestado de gente. Él la mira a través del reflejo de la ventanilla. Ella le mira y una sensación extraña se le pone en el estómago. Llegan a la siguiente estación y él se mueve y se coloca detrás de ella. Ella se pone nerviosa. Juega con su ipod mientras lo nota a su espalda. Otra estación y otra.¨Él se cambia de lugar otra vez, hacia un lado, de frente y la observa. Su cara es indescifrable...Ella no entiende nada. "¿Dónde bajará él?" Se miran. Urquinaona. El metro empieza a frenar y él se vuelve hacia la puerta. Gira la cabeza y la mira, esta vez más rato. Está muy nerviosa. Se abren las puertas. Se miran. Él baja. La masa de gente baja. Ella piensa "¿Me bajo?, sí, ¿Pero para qué? no servirá de nada". La gente sube al vagón. "¿Me bajo?, no, son las 19:33 horas, llegas tarde!" Suena el pitido de cierre de puertas. "¿Me bajo o no me bajo?". Dudas y miedo. "No, no me bajo". Ella mira por la ventanilla y allí entre la gente él vuelve hacia atrás buscándola. La mira y ve que ella sigue dentro. Baja la mirada y lentamente se gira y se va. El tren ya ha arrancado. No hay vuelta atrás. "No fui valiente para bajar".
Llegaba tarde...
